c. Día a día.

Es escasa la información que tenemos en Castro Ventosa sobre las actividades económicas. Sin embargo el profesor Carlos Fernández Rodríguez de la universidad de León hizo un interesante estudio sobre restos óseos recogidos en una zona de vertedero en el exterior de la muralla, que pueden arrojar un poco de luz sobre este tema.

El primer dato interesante es que se ha podido situar el conjunto de la muestra en una cronología aproximada que se corresponde con la del período bajo romano, en torno a los S. III y IV d. C.

El análisis de las evidencias permite ver como la gran mayoría de estos huesos tienen que ver con los usos alimenticios. Las especies identificadas por el volumen de sus restos son en primer lugar los ovicápridos, con un dominio claro del ganado ovino sobre el caprino. Se trata en general de ejemplares adultos, lo que parece indicar un aprovechamiento de los animales para producción de leche y aprovechamiento de la lana.

La segunda especie en importancia es el grupo de los bóvidos. En este caso se trata también de ejemplares adultos de más de dos años que igualmente debieron ser aprovechados, antes de su uso cárnico, para el laboreo agrícola o extracción de leche.

El tercer grupo con un volumen mucho menor que los dos anteriores es el del ganado porcino. Los huesos estudiados corresponden a cerdos de entre los 18 y 30 meses, precisamente el momento óptimo de crecimiento para su aprovechamiento cárnico.

Es interesante también la presencia de huesos de liebre y ciervo relacionados con la actividad cinegética, que sería seguramente secundaria.

También llama la atención la aparición de varios restos óseos que fueron manipulados para la fabricación de objetos. Se trata de 2 fragmentos de astas de ciervo y una escápula de vaca con señales de serrado. Su reducido tamaño impide la identificación de los objetos, pero el interés estriba en poder documentar una actividad artesanal de la que no se suelen conservar evidencias en el noroeste.

La muestra de restos óseos aunque muy reducida en número y volumen permite documentar algunas pautas de aprovechamiento ganadero en época bajo romana. En general el predominio de ovicaprinos se corresponde con los datos conocidos para otros asentamientos indígenas del noroeste y contrasta bastante con los asentamientos de nueva creación romana donde se observa normalmente una preferencia por el ganado porcino.

Estos datos se pueden complementar con los estudios de polen realizados en 2008 por un equipo del CSIC en un perfil estratigráfico de la puerta oeste del castro. La muestra analizada muestra un entorno fuertemente antropizado en época bajo romana, debido fundamentalmente al cultivo de castaños y cereales, aunque también se documentan otros cultivos de menor importancia como la vid y el nogal. Hay además indicios polínicos de un pastoreo de baja intensidad en estos momentos. En época medieval los análisis polínicos indican un modelo de explotación diferente pues se reduce el cultivo del castaño y del cereal y aumenta sustancialmente el pastoreo.

Por tanto el modelo productivo de Castro Ventosa en período bajo romano se caracterizó por ser una economía de base agrícola donde tenía gran importancia el cultivo cerealero y de castaños y que se complementaba con una cabaña ganadera compuesta por ovejas, vacas y cerdos.