c. Día a día.

Los restos encontrados en las excavaciones de Coaña hablan de una economía basada en la agricultura y la ganadería. Son numerosos los molinos encontrados en las excavaciones que evidencian la existencia de trabajos de procesado del cereal, para elaborar harinas. Ya en las primeras exploraciones realizadas a fines del S. XIX, Flórez dice que en casi todas las cabañas aparece un molino y hoy es fácil ver fragmentos entre las ruinas.

Los tipos de molinos localizados en las excavaciones son los habituales en el mundo castreño: barquiformes y circulares de mano. A priori los dos tipos son aptos para moler casi cualquier clase de cereal (centeno, cebada, mijo, trigo). Sin embargo se han realizado ensayos experimentales en los que se ha visto que los molinos circulares son poco adecuados para la molienda de bellota, citada por Estrabón como alimento de consumo muy habitual en los pueblos del norte.

Una de las piezas más curiosas que se han relacionado con la molienda son los llamados morteros de cazoleta. Se trata de unas piedras de granito de forma cuadrada o rectangular, que presentan unos orificios en la cara superior y un reborde alrededor de la pieza. Durante mucho tiempo se dudó sobre su utilidad, pero en la actualidad casi todos los investigadores sostienen que se usarían como morteros para moler cereal. El desgaste de los orificios y el hecho de haber encontrado las piezas de piedra que encajaban en las cazoletas parecen confirmar este uso. Estos morteros estarían enterrados en el suelo, de manera que solo las cazoletas permanecerían a la vista, y se plantea la posibilidad de que hubiese una tapadera que encajase en el reborde.

Las actividades artesanales también debieron ser importantes en el Castelón de Coaña. Entre las actividades que se documentan destaca la metalurgia. La aparición en las excavaciones de crisoles de fundición y de escorias de mineral de bronce y de hierro nos habla de la presencia en el poblado de especialistas que fabricarían todo tipo de herramientas metálicas.

Es probable que la orfebrería del oro también tuviese un peso importante. Los estudios realizados en toda la cuenca del Navia muestran la relevancia de la minería aurífera desde época prerromana y especialmente a partir de la conquista. Durante las excavaciones de García y Bellido en los años 40 fue descubierto un torques por un vecino en el lugar de Valentín, próximo al castro. Esta pieza, hoy desaparecida, pertenece a la tipología Artur-noralaica y puede estar hablando de la presencia de algún artesano orfebre en el poblado.