f. Religión

No son muchos los datos que aporta Coaña para el conocimiento de la religión de sus habitantes. Sin embargo hay un espacio que desde su descubrimiento se ha relacionado con el mundo de lo simbólico: Hablamos del recinto sagrado y las dos saunas que allí se sitúan.

Los primeros investigadores creyeron que se trataba de edificios funerarios, en los que se incineraría los cadáveres de los muertos. Esta interpretación tenía su sentido en la época porque no se habían encontrado evidencias de necrópolis en los castros y en estas construcciones aparecían en ocasiones restos de cenizas o de haber estado sometidas a la acción del fuego. Sin embargo la presencia de conducciones de agua y de piletas o piscinas en su entorno hizo que se fuese abriendo paso la hipótesis de que se tratase de una especie de balnearios o saunas.

Aclarada la función, la controversia estaba en si eran saunas de origen indígena o una versión castreña de las termas romanas. La excavación de nuevas saunas en el Chao Samartín (1990) o en el Castro de Pelu (2004) en Grandas de Salime aportó cronologías claramente anteriores a Roma. Se trata por tanto de construcciones de origen prerromano, que en muchos casos sufren transformaciones a partir de la conquista para adaptarse a los nuevos usos y gustos.

En Coaña se han localizado 2 saunas. Una de ellas se encuentra incompleta y solo conserva una cabecera con forma absidiada, el horno y una pileta de agua. La reciente datación de cenizas que se debieron corresponder con las últimas quemas del horno, revelan que el edificio debió dejar de ser usado entre el cambio de Era y el siglo I d. C.

La otra sauna permite conocer mejor el funcionamiento de estas estructuras. Se divide en 4 estancias. Un vestíbulo, la sala de sudoración o de calor, a la que se accede desde el vestíbulo por un estrecho hueco, y un estrecho callejón que conduce a un estrecho pórtico en ángulo. Fuera del edificio, en su lado sur, se localiza una gran pila de granito de gran tamaño 2,70 m x 1,60m x 0,70m). La estancia principal sería la sala de calor, que estaría cubierta por una bóveda construida por aproximación de hiladas. En este lugar se cree que se produciría vapor arrojando piedras incandescentes al agua. Este edificio sufrió diversas reformas pero las dataciones obtenidas parce que pueden remontar su construcción a fines del S. V o inicios del IV a. C.

Otro tema mucho más polémico es el sentido de estas saunas. Algunos autores hablan su relación con el culto a las aguas; con ceremonias de iniciación en los que los jóvenes, después de realizar el circuito termal y quizás de inhalar estupefacientes, saldrían convertidos en guerreros. Incluso se ha hablado de la realización de baños purificadores antes de la celebración de banquetes. En todo caso si parece estar claro el vínculo de estos edificios con el agua en los castros de la cuenca del Navia. El descubrimiento de piletas similares a las de las saunas en arroyos próximos a los castros de Pendia y Coaña, refuerzan esta interpretación.